¿QUÉ TENEMOS QUE SABER AL COMPRAR UN SCOOTER DE MOVILIDAD REDUCIDA?

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¿QUÉ TENEMOS QUE SABER AL COMPRAR UN SCOOTER DE MOVILIDAD REDUCIDA?
¿Qué tenemos que saber al comprar una scooter de movilidad reducida?

Si estas pensando en comprar una scooter de movilidad reducida, seguramente tengas muchas dudas al respecto. En este post vamos a intentar esclarecer los problemas habituales que nos encontramos los profesionales en la elección del scooter perfecto.

 

 

Desde Tourmobility nos gusta segmentar una venta en 3 importantes aspectos:

 

  • Aquellos relacionados con el cliente
  • Aspectos relacionados con la utilidad
  • Influencia del entorno
EL CLIENTE

 

Lo primero y más importante es definir las necesidades del cliente, ya que en muchas ocasiones, una pregunta tan sencilla como ¿ dígame, qué necesita?, suele ser respondida “una motillo de esas”.

Para definir bien la necesidad, hay que saber ver en el cliente:

 

    • Destreza manual y coordinación
    • Que no exista deficiencia visual
    • Estabilidad corporal
    • Peso aproximado (define la potencia de motor aproximada)
    • Capacidad económica
    • Posibles dolencias a nivel de espalda (necesidad de suspensión trasera)

 

Son datos que se pueden aproximar a simple vista o entablando una conversación sin preguntar directamente.

 

 

UTILIDAD

 

El uso va a marcar la autonomía, el tipo de rueda, el peso del dispositivo y el tipo suspensión.

Definir el uso puede ayudar a definir el espectro de opciones, podría ocurrir que el cliente se decida por un dispositivo con unas expectativas muy elevadas de autonomía, pudiendo encontrar problemas con su entorno. En tal caso, nos encontramos ante una mala recomendación del profesional.

Las distancias habituales a recorrer, si tendrá uso domiciliario, la posibilidad de transportar en turismos, la posibilidad de realizar viajes en avión (no todos los dispositivos pueden transportarse en avión por normas de las compañías), es bueno anticipar posibles usos pero sin crear falsas expectativas.

El tipo de pavimento en el que se va a utilizar; si es tierra compacta, acerado o arenoso, marcará la necesidad de suspensión y el tipo de rueda.

La necesidad de un uso nocturno. Por ahora no hay obligatoriedad en el uso de luces, aunque es algo que tarde o temprano se impondrá como una obligación.

 

 

ENTORNO

 

Cuando estudiamos el entorno hay que hacer especial atención a:

    • Los pasos de puerta si tiene uso domiciliario
    • La presencia de ascensor y sus medidas
    • Tamaño de maletero si va a ser transportado en turismo
    • Presencia de pasos escalonados en su ruta
    • Posibles obstáculos a salvar
    • Relieves en el terreno
    • Amplitud en radios de giro en su domicilio y trayectos (aceras pequeñas)
    • Inclinaciones de pendiente en su uso (muy importante ya que junto el peso del cliente definirá la potencia del motor necesaria)

 

A continuación reflejamos tres ejemplos para tres posibles compras:

 

Cliente 1

 

Nos encontramos un cliente visiblemente cansado, con avanzada edad, acompañado de un familiar del brazo, cargando un bastón en la otra mano y con un claro temblor en sus manos. Preguntamos y el cliente quiere un scooter para salir a pasear en su barrio, que su amigo tiene uno y el quiere otro. Vemos que el cliente tiene cataratas avanzadas, le preguntamos “¿como aquel?” señalando a un scooter a una distancia media, y observamos que el cliente no es capaz de ver con claridad el dispositivo. Por su seguridad y la de los peatones se le recomienda otro tipo de dispositivo asistido por un acompañante, no es apto para un scooter.

Perdemos una posible venta pero la integridad del cliente y los peatones siempre es más importante.

 

 

Cliente 2

 

En este caso, nos encontramos un cliente con ganas de comprar una scooter de movilidad reducida. Conoce el artículo y se le vé convencido. Busca un dispositivo grande, robusto y con el que recorrer muchos kilómetros. Realizamos preguntas habituales como; ¿Por donde suele salir a pasear? ¿Tiene pensado viajar con el scooter? ¿va a utilizarlo en su domicilio?. Tras las preguntas vemos que el cliente vive en un pueblo pequeño, donde no hay grandes pendientes, que necesita subir en ascensor con el scooter y que no tiene pensado viajar.

Ante la situación se va al domicilio y se mide el ascensor, entrada al portal, radios de giro y pendientes en su recorrido habitual. Se descarta la opción de una scooter robusta ya que no entra en su ascensor. La limitación de la medida es un impedimento pero no una imposición. Buscamos un scooter medio estilo I-Confort cuyas medidas si nos entran. Al ser un pueblo pequeño se descarta un recorrido superior a 20km, y al no presentar grandes pendientes el scooter medio es la mejor opción.

El cliente comprende la situación y opta por escoger el scooter recomendado.

 

Cliente 3

 

En nuestro último ejemplo, planteamos un cliente que desea comprar una scooter de movilidad reducida. Quiere informarse de precios y es indeciso. No sabe muy bien el uso que le va a dar. Realizando unas preguntas vemos que el cliente vive en una zona costera, en una casa independiente con cochera y con un gran paseo marítimo donde pasear. Ante esa situación, donde no hay un uso definido, no hay limitación de medidas, y no nos encontramos impedimentos en el entorno, recomendamos un scooter con gran autonomía, haciendo ver que puede recorrer el paseo marítimo con total libertad sin miedo a quedarse sin batería y que en caso de viaje en distancias cortas siempre puede transportarlo mediante un taxi adaptado. Nuestra recomendación es un scooter tipo I-Galaxy o modelo I-Vita.

En este último caso la potencia de motor no es una necesidad, nos adaptamos a la que tenga el dispositivo que cumpla los otros requisitos sin suponer coste añadido. Recordamos que la potencia de motor es importante según el peso del cliente y la presencia de inclinaciones, y no un factor que marque la velocidad máxima del dispositivo. Es cierto que a mayor potencia de motor, mayor velocidad puede alcanzar, pero también es cierto que el uso de estos dispositivos debe de estar limitado a 6km/h (velocidad de peatón), ya que si superamos dicha velocidad puede ser motivo de sanción. Si el dispositivo supera los 6km/h en su conducción puede considerarse un vehículo de movilidad personal (VMP), entonces estaría bajo la ordenanza que regula estos dispositivos y dejaría de considerarse peatón.

 

SIEMPRE HAY QUE CIRCULAR A UNA VELOCIDAD INFERIOR A 6KM/H AUNQUE EL DISPOSITIVO LLEGUE A ALCANZAR LOS 12KM/H.

CIRCULA CON RESPONSABILIDAD.